No cabe duda que la sociedad actual es cada vez más y más consciente de los beneficios de la actividad física y del deporte, no solo como manera de ocio, disfrute y bienestar, sino como método de prevención y cura de varias enfermedades (diabetes, cáncer de mama, colorrectal…). No olvidemos que el sedentarismo incrementa de manera exponencial las probabilidades de sufrir enfermedades de carácter cardiovascular y estas están consideradas por la OMS (Organización Mundial de la Salud) el cuarto factor de riesgo de mortalidad global, solo por detrás del excesivo consumo de azucares, el tabaquismo y la hipertensión.

Es por ello que los gimnasios están cada vez más llenos, los parques y los paseos cada vez más poblados de corredores y los montes de senderistas. Sin embargo, no todo el mundo realiza actividad física adaptada a sus necesidades. Bien por el tipo de actividad, la intensidad, el volumen u otros muchos factores. En muchas ocasiones los practicantes no avanzan en sus entrenamientos o en sus capacidades físicas, no mejoran su rendimiento deportivo, no logran una bajada de peso, sufren lesiones constantemente… En la mayoría de casos existe una falta de conocimiento sobre el tema, bien sea deportivo, nutricional, psicológico…pero también puede ser porque existen infinidades de mitos y falsas informaciones en el ámbito de la actividad física y el deporte que no tienen por qué ser reales a pesar de que estén aceptados socialmente.

Un profesional del sector es capaz de realizar, supervisar y planificar actividad física de manera segura y eficaz. Hoy en día el ámbito de la actividad física y el deporte recibe infinidad de información de carácter científico. Estas informaciones necesitan ser interpretadas por personas con formación académica universitaria y especializada en el ámbito de la actividad física y el deporte, para así poder implementarla eficazmente. Esto derivará sin ningún tipo de duda en un entrenamiento seguro y adaptado a las necesidades de cada individuo. Para apoyar estas afirmaciones, realizaremos a continuación una pequeña revisión sobre algunos artículos que comparan la realización de actividad física sin la supervisión de un entrenador personal y con la supervisión de uno de ellos.

Es por ello que es importante realizar actividad física planificada y supervisada por profesionales del sector. Hoy en día la ciencia en este ámbito está cada vez más desarrollada. Asimismo, existen infinidad de cursos, carreras universitarias y maneras de formarse. Las personas que poseen esta formación están preparadas para guiarte en tus entrenamiento y que lo hagas de maneras segura y saludable. Mediante este artículo, nos gustaría mencionar varios artículos que han demostrado científicamente los beneficios de realizar actividad física supervisada. Además, mencionaremos artículos con participantes de diferentes características para demostrar que todo el público en general se verá beneficiado de trabajar con un profesional.

  • En un estudio llevado a cabo por Olney et al. (2006), se descubrió que los pacientes a los cuales se les supervisaba el ejercicio, obtenían unas mejoras significativamente mayores que las de los que no estaban supervisados. Lo interesante de este artículo es que esto se hacía con personas que habían tenido un infarto de miocardio. Este artículo sugiere que la supervisión de un profesional del ámbito se traducirá directamente en un excelente método de recuperación, pero también de manera indirecta supondrá una fantástica manera de prevención, reduciendo las probabilidades de volver a sufrir otro ataque de miocardio.
  • Mazzetti et al. (2000) compararon el efecto que tenía la intervención de un profesional que supervisara la actividad en sujetos que tenían una experiencia moderada en el entrenamiento de fuerza. La intervención duro 3 meses y los resultados fueron claros; los sujetos supervisados no solo aumentan significativamente su fuerza más que los no supervisados (en sentadilla y Press de banca), sino que lograron un aumento de masa muscular que los no supervisados no experimentaron.
  • En un estudio similar pero más reciente, Storer et al. (2014) compararon las diferencias entre sujetos que se auto-supervisaban y planificaban sus sesiones de entrenamiento y los que estaban supervisados por un experto en el ámbito que les realizaba una periodización individualizada de entrenamientos. Todos los usuarios que tomaron parte eran personas asiduas al gimnasio. Una vez más los resultados no dejaron lugar a las dudas; los que habían tenido una persona supervisándolos habían aumentado considerablemente la masa muscular. Cabe destacar que estamos hablando de personas que planifican su entrenamiento, pero aun así no son capaces de realizarlo de manera tan efectiva como un profesional del sector.
  • Además de las demostradas mejores que un entrenador personal supone, Maloof, Zabik y Dawson (2001), también descubrieron que los adultos con entrenador personal son más propensos a seguir el plan de entrenamiento. No en vano, encontraron indicios de que la relación cliente-entrenador personal consiste una herramienta muy útil para cambiar la percepción de los individuos hacia la actividad física y sus propias capacidades, haciéndolas principalmente más ajustadas a la realidad, lo que deriva a largo plazo en una mayor autosatisfacción y mejora de rendimiento físico.
  • Por último mencionamos un artículo que estudio el efecto que un entrenador personal tiene en las mujeres. Ratamess et al. (2008) determinaron que un entrenador personal hace que las mujeres lleguen y realicen la actividad física a la intensidad adecuada para poder progresar, ya que tienden a no alcanzar las intensidades necesarias cuando se hace sin la supervisión de un profesional del sector.

Por lo tanto, la conclusión es clara: la realización de deporte y actividad física bajo la supervisión de un entrenador personal es más segura y efectiva en términos de rendimiento deportivo y salud que la realizada sin la supervisión de un experto en el ámbito. Es debido a esta tajante afirmación que en FisioFitness Markel Simón trabajamos predominantemente con un único cliente tratando de maximizar la mejora de la condición física y de salud.

 

Bibliografía

  • Maloof RM, Zabik RM, Dawson ML. (2001). The effect of use of a personal trainer on improvement of health related fitness for adults. Med Sci Sports Exerc, 33:s74.
  • Mazzetti SA, Kraemer WJ, Volek JS, Duncan ND, Ratamess NA, Gómez AL, Newton RU, Häkkinen K, Fleck SJ. (2000). The influence of direct supervision of resistance training on strength performance. Med Sci Sports Exerc, 32:1175-84.
  • Olney, S. J., Nymark, J., Brouwer, B., Culham, E., Day, A., Heard, J., & Parvataneni, K. (2006). A randomized controlled trial of supervised versus unsupervised exercise programs for ambulatory stroke survivors. Stroke, 37(2), 476-481.
  • Ratamess NA, Faigenbaum AD, Hoffman JR, Kang J. (2008). Self-selected resistance training intensity in healthy women: the influence of a personal trainer. J Strength Cond Res, 22:103-111.
  • Storer TW, Dolezal BA, Berenc MN, Timmins JE, Cooper CB. (2014). Effect of supervised, periodized exercise training vs. self-directed training on lean body mass and other fitness variables in health club members. J Strength Cond Res, 28:1995-2006