INTRODUCCIÓN

En la actualidad, el fútbol está considerado como el deporte de equipo más lesivo, siendo las lesiones musculares (representan el 35%) las más comunes de todas, concretamente la rotura del tendón del bíceps femoral, ya que el fútbol es un deporte de los considerados “explosivos” por sus movimientos y cambios de ritmo. Este aspecto se refleja en la gran cantidad de ausencias en entrenamientos y partidos, lo que a su vez produce un elevado coste económico para los clubes.

La prevención y la mejora del rendimiento se basa en tres pilares fundamentales:

NUTRICIÓN

La nutrición juega un papel esencial en la capacidad del deportista. Puestos en contexto, el jugador es el vehículo y la nutrición la gasolina. El objetivo del deportista debería de ser optimizar los recursos disponibles tanto físicos como energéticos para obtener el máximo rendimiento. Para ello, es imprescindible una nutrición eficiente y el timing de nutrientes, aportando los sustratos necesarios para cada momento.

Los alimentos importantes como los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas son los macronutrientes esenciales para la mejora del rendimiento y la prevención de lesiones. No obstante, no nos podemos olvidar de la importancia de la suplementación para adquirir la cantidad de energía adecuada, regular el metabolismo corporal y mejora del sistema inmunológico. La ingesta previa, durante y posterior al partido/entrenamiento es clave a la hora de mejorar el rendimiento.

Según Scruzzi, G., Cebreiro, C., Pou, S., & Rodríguez Junyent, C. (2014), el sobrepeso, la ingesta de bebidas azucaradas, golosinas y otros productos ultra procesados es algo muy normal en edades tempranas, por ello, es algo que no va de la mano con la adherencia a un estilo de vida saludable en un deportista.

Por último, según los estudios científicos, una persona pierde agua mediante la sudoración y dicha cantidad dependerá de la persona, temperatura, humedad y otras variables. Por ello, es esencial conocer bien nuestro cuerpo y crear un equilibrio entre todas las variables y elementos.

ENTRENAMIENTO ESPECÍFICO DE FUERZA

Los programas preventivos basados en el entrenamiento de fuerza demuestran resultados positivos a la hora de reducir la incidencia lesional en el fútbol.

La introducción de un entrenamiento de fuerza adecuado utilizando cargas óptimas y rápida velocidad de ejecución en edades tempranas en fútbol produce un efecto positivo en otras cualidades físicas condicionales (potencia de salto, resistencia intermitente, estabilidad) optimizando el rendimiento del joven jugador y permitiéndole recuperar más rápido y realizar más y mayores esfuerzos de forma eficaz y a intensidades requeridas.

Dicho entrenamiento de fuerza produce un efecto positivo sobre la potencia de salto, siendo significativo entre la primera y la última medición del test del “My Jump”. No trabajar la fuerza en edades tempranas produce una tendencia constante a empeorar esta cualidad realizando solo entrenamiento de fútbol.

Según Cano–Cortés, E. (2018), dentro del entrenamiento de fuerza en edades tempranas, destaca la relevancia de la intervención docente para el correcto y adecuado desarrollo de dicho entrenamiento de forma especial en estas edades. Es decir, el Preparador Físico o Entrenador Personal es clave en el proceso, por ello, debe plantear una planificación coherente y específica que se adapte al deportista, priorizando la individualización.

DESCANSO/RECUPERACIÓN

Uno de los factores más importantes en el rendimiento deportivo es la recuperación de la fatiga finalizada la competición. Especialmente en modalidades deportivas donde se compite en ocasiones sucesivas en periodos breves de tiempo, con poco tiempo de recuperación como es el fútbol. En consecuencia, en los últimos años, con los actuales modelos deportivos, se consideran de gran importancia los aspectos en base a la recuperación de la fatiga deportiva, muchos de ellos relacionados con la activación de una síntesis proteica.

El sueño es una estrategia natural de recuperación orgánica. En humanos está demostrado que es vital en la supervivencia y en el rendimiento. Los futbolistas necesitan una apropiada cantidad y calidad de sueño, así como evitar el sobreentrenamiento, siendo el método más simple de recuperación del deportista.

En deportistas, el estrés tiende a presentarse en todo momento tanto física como psicológicamente. El primero surge entre otras circunstancias, por el impacto de las cargas de entrenamiento y las competiciones, así como un contacto físico excesivo; el segundo, está relacionado con la influencia de factores psicológicos como las expectativas de rendimiento deportivo, riesgo a lesionarse y exigencia en relaciones personales y sociales, además de los problemas del día a día del joven atleta (Fletcher, Hanton, Mellalieu y Neil, 2012; ReynosoSánchez et al., 2016).

El cortisol es uno de los principales glucocorticoides de la corteza adrenal del metabolismo proteico (Zeevaert y Boullosa, 2011), su influencia dentro del organismo se relaciona con el estímulo del catabolismo de las proteínas, además, tiene un efecto antiinflamatorio y participa en el incremento de la vasoconstricción causada por la adrenalina, preparando al cuerpo para cambios externos y adaptaciones como respuesta al estrés (Edwards y Kurlander, 2010; Guyton y Hall, 2011).

 

NUESTRO PROGRAMA DE FÚTBOL

El programa de fútbol que realizamos en FisioFitness Markel Simón es el siguiente:

  1. Valoración Inicial: Estudio Corporal Inicial (pliegues, parámetros, bio-impedancia) + Valoración Física Inicial + Test de Prevención de Lesiones
  2. El Test de Prevención de Lesiones, donde el Readaptador junto al Fisioterapeuta realizan una batería de teses/ejercicios para detectar los puntos débiles y descompensaciones del futbolista, y tener un punto de partida por dónde empezar.
  3. Trabajo específico/personalizado: comenzamos el entrenamiento de fuerza junto con ejercicios correctivos guiado por el entrenador para hacer fuertes esos eslabones débiles detectados en la valoración funcional.
  4. Trabajo en campo: realizamos una serie de pruebas (agilidad, velocidad máxima, resistencia, cambios de ritmo) donde buscamos la mayor transferencia a los gestos y situaciones que se dan en cada partido.
  5. Valoración Final: Estudio Corporal Final (pliegues, parámetros, bio-impedancia) + Valoración Física Final + Test de Prevención de Lesiones

CONCLUSIONES

En cuanto a la nutrición se refiere, la ingesta previa, durante y posterior a la actividad es clave. El tipo de ingesta nutricional y el momento de la ingestión, influirán en las adaptaciones producidas en respuesta al ejercicio intenso como es el propio fútbol.

Los programas preventivos basados en el entrenamiento de fuerza demuestran resultados positivos a la hora de reducir la incidencia lesional en el fútbol. La introducción de un entrenamiento de fuerza adecuado utilizando cargas óptimas y rápida velocidad de ejecución en edades tempranas en fútbol produce un efecto positivo en otras cualidades físicas.

Uno de los factores más importantes en el rendimiento deportivo y prevención de lesiones es la recuperación de la fatiga finalizada la competición, para disminuir el estrés ocasionado tanto física como mentalmente.